Garbanzos con marisco
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Garbanzos con Marisco: Receta de Cuchara con Sabor a Mar, Salud y Tradición

Hay comidas que no solo alimentan, sino que reconfortan como una charla tranquila en buena compañía. Esta receta de garbanzos con marisco es justo eso: un plato de cuchara que combina lo mejor de la tierra y el mar, con ingredientes sencillos, mucho sabor y un toque saludable que lo hace perfecto para cualquier día.

Para ahorrar tiempo, he utilizado garbanzos ya cocidos, que son prácticos y mantienen todas sus propiedades. Pero si prefieres cocerlos tú mismo, solo necesitas dejarlos en remojo con abundante agua y una pizca de sal durante al menos 12 horas. Yo suelo hacerlo la noche anterior, como quien deja una promesa en la cocina para el día siguiente.

Los garbanzos son el corazón del plato. Pequeños, sí, pero con una fuerza nutricional enorme. Aportan proteínas vegetales, fibra, hierro, magnesio, potasio y ácido fólico. Ayudan a regular el colesterol, estabilizan la glucosa en sangre y favorecen la digestión. Además, contienen triptófano, ese aminoácido que estimula la producción de serotonina, la llamada “hormona de la felicidad”. Comer garbanzos es como regalarle al cuerpo un poco de equilibrio emocional.

El rape, por su parte, es un pescado blanco con muy poca grasa y alto contenido en proteínas de calidad. Rico en vitamina B12, fósforo y selenio, ayuda a mantener el sistema nervioso en forma y a fortalecer huesos y músculos. Su textura firme y sabor suave lo convierten en un aliado perfecto para platos de cuchara.

Los calamares aportan proteínas, vitamina B3 y yodo, esenciales para el metabolismo y la función tiroidea. Además, contienen selenio, un antioxidante que protege las células del daño oxidativo. Su sabor delicado y su textura tierna hacen que se integren de maravilla en este tipo de guisos.

Las gambas crudas son pequeñas joyas del mar. Ricas en vitamina B12, vitamina E, zinc y omega-3, contribuyen a la salud cardiovascular, a la regeneración celular y al buen funcionamiento del sistema inmunológico. Y sí, también son fuente de astaxantina, un potente antioxidante natural que les da ese color rosado tan característico.

La carne de mejillón es otro tesoro nutricional. Contiene hierro, vitamina B12, ácido fólico y omega-3, lo que la convierte en un alimento ideal para prevenir la anemia, cuidar el corazón y reforzar el sistema inmunológico. Además, es baja en grasa y muy saciante.

Las verduras que acompañan —pimiento rojo, pimiento verde, cebolla, ajo y tomate— no solo aportan sabor y color. El pimiento rojo es rico en vitamina C, betacarotenos y antioxidantes que protegen la piel y la vista. El pimiento verde suma fibra y vitamina E, mientras que la cebolla y el ajo tienen propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. El tomate, por su parte, aporta licopeno, un antioxidante que cuida el corazón y combate el envejecimiento celular.

Todo se cocina con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, fuente de grasas saludables, vitamina E y polifenoles que protegen el sistema cardiovascular y reducen la inflamación. Y con una pizca de sal, porque el equilibrio también está en los detalles.

Este plato se prepara sin complicaciones, pero con mimo. Es saciante, nutritivo y lleno de matices. Ideal para los días en los que necesitas algo que te reconecte con lo esencial. Porque sí, hay recetas que no solo alimentan: también cuidan. Y esta, sin duda, es una de ellas.

Como hacer gabanzos con marisco

Raciones

4

Personas
Tiempo de preparación

20

minutos
Tiempo de cocinado

1:00

hora
Calorías

625

kcal

Ingredientes

  • 400 gr de garbanzos cocicdos

  • 1 cola de rape

  • 200 gr de calamares

  • 200 gr de gambas crudas

  • 150 gr de carne de mejillón

  • 1/2 Pimiento rojo

  • 1/2 pimiento verde

  • 1 Diente de ajo

  • 1/2 cebolla

  • 2 Tomates maduros

  • AOVE

  • Sal

Preparación

  • Ponemos los mejillones limpios en una cazuela, no les ponemos nada, ni agua ni sal, los ponemos al fuego tapados y dejamos hasta que estén abiertos.

    Pelamos las gambas y con las cabezas y pieles haremos un caldo.

  • Limpiamos los calamares y los cortamos en anillas.

    Troceamos la cola de rape y lo sofreímos en un chorrito de aceite de oliva junto con los calamares.

    Calamar y rape
  • Una vez cocinado el pescado lo sacamos, y en ese mismo aceite sofreímos las verduras troceadas con un pellizco de sal durante 10 min a fuego medio.

    Sofrito de verduras
  • Pasado ese tiempo añadimos el tomate, cocinamos durante otros 10 min y añadimos el pimentón, cocinamos un poco sin que se nos queme y añadimos el caldo que hemos hecho con las pieles de las gambas y el jugo de los mejillones. Cocinamos el caldo y las verduras durante otros 10 min y trituramos con la batidora. 

    Sofrito de verduras
  • Ahora añadimos a las verduras trituradas los garbanzos cocidos y el pescado que hemos cocinado antes, a excepción de las gambas y los mejillones, que como ya están cocidos y las gambas se hacen rápido las pondremos en el último momento.

    Garbanzos con marisco
  • Cuando haya pasado ese tiempo añadimos las gambas y los mejillones y cocinamos durante otros 5 o 10 min, hasta que las gambas estén hechas.
    Sacamos y servimos caliente.

    Garbanzos con marisco
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