Ensalada griega

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Ensalada griega: fresca, saludable y con ese sabor mediterráneo que nunca falla

Hay platos que saben a verano, a mar, a sobremesas largas y risas compartidas. La ensalada griega es uno de ellos. Clásica, sí, pero nunca aburrida. Esta receta mediterránea combina ingredientes frescos, sabores intensos y una ligereza que se agradece, sobre todo cuando lo que buscas es cuidarte sin renunciar al placer de comer bien.

Tomate, pepino, cebolla morada, pimiento verde, queso feta, aceitunas negras, alcaparras y orégano… cada uno aporta lo suyo, y juntos forman un equipo imbatible. El tomate, por ejemplo, está cargado de vitamina C, licopeno y potasio, y aporta ese toque jugoso que refresca. El pepino, crujiente y ligero, hidrata y suma vitamina K, magnesio y fibra. La cebolla morada, con su sabor suave y color vibrante, añade vitamina B6, ácido fólico y quercetina, un antioxidante con efecto antiinflamatorio que tu cuerpo agradece más de lo que imaginas.

El queso feta es el alma salada del plato. Rico en proteínas, calcio y fósforo, le da carácter sin ser pesado. Las aceitunas negras, por su parte, aportan grasas saludables, hierro y vitamina E, además de ese sabor profundo que te transporta directamente a una terraza griega frente al mar.

Y luego está el aliño. Porque sí, el aceite de oliva virgen extra no es solo un ingrediente: es cultura, salud y sabor. Protege el sistema cardiovascular y ayuda a reducir el colesterol LDL. El zumo de limón, con su acidez justa, suma vitamina C, calcio, potasio y fibra, y mejora la digestión y la absorción de hierro. El orégano, con su aroma inconfundible, tiene propiedades antibacterianas y digestivas que redondean el conjunto.

Esta ensalada es fácil de preparar, baja en calorías y sorprendentemente saciante. Puedes servirla como entrante o como plato principal, y lo mejor es que se adapta a ti. ¿Quieres añadir lechuga, zanahoria, atún o pollo? Adelante. La ensalada griega no tiene reglas estrictas, solo una misión: hacerte sentir bien.