Gambas al ajillo sin aceite: ligeras, sabrosas y perfectas para cuidarte sin renunciar al gusto
A veces, lo que más apetece es un plato sencillo, rápido y que no te haga sentir culpable. Las gambas al ajillo sin aceite son justo eso: una versión ligera del clásico de toda la vida, pensada para quienes quieren cuidar su dieta sin perder ese sabor intenso y reconfortante que tanto gusta. El ajo, la cayena y el fumet casero se encargan de mantener el alma del plato, mientras que la ausencia de aceite (o su uso opcional) reduce las calorías sin sacrificar el placer.
Las gambas son una joya nutricional. Con apenas 100 kcal por cada 100 g, aportan proteínas de alta calidad que ayudan a mantener y reparar tejidos musculares. Son bajas en grasa, pero ricas en minerales como yodo, zinc y selenio, este último con potentes propiedades antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico y ayudan a combatir el estrés oxidativo. También contienen vitaminas del grupo B, especialmente B12, que favorece el sistema nervioso, y ácidos grasos omega-3, que protegen el corazón y mejoran el perfil lipídico.
El ajo, más allá de su aroma inconfundible, es un potente aliado de la salud. Tiene propiedades antibióticas y antiinflamatorias naturales, ayuda a reducir la presión arterial y mejora la circulación. Además, contiene compuestos sulfurados como la alicina, que refuerzan el sistema inmunológico y tienen efectos cardioprotectores.
La cayena, aunque se usa en pequeñas cantidades, aporta capsaicina, un compuesto que estimula el metabolismo, mejora la digestión y tiene efectos antiinflamatorios. También puede ayudar a reducir el apetito y mejorar la circulación sanguínea.
El perejil fresco no solo decora: es rico en vitamina C, vitamina K, hierro y antioxidantes. Ayuda a depurar el organismo, favorece la digestión y aporta un toque de frescor que equilibra el plato.
Gambas al ajillo
1
Ración10
Minutios20
Minutos180
kcal/raciónIngredientes
6 Gambones grandes
1 Diente de ajo
1/2 Cayena
1/2 litro de agua
Sal
Perejil fresco
AOVE (opcional)
Preparación
Esta es una receta muy fácil de preparar, casi sin aceite, o sin aceite, pero con todo el sabor de las gambas.
Comenzamos pelando los gambones y ponemos las ponemos en un cazo con el agua y un poco de sal.
Las cocinamos a fuego medio durante 15 minutos.
Colamos y reservamos.Mientras se cuecen las pieles, en una sartén o cazuela ponemos una cucharada de aceite, y sofreímos el ajo picado y la cayena.
si optamos por no poner aceite, le pondremos el ajo y la cayena al final.Cuando el ajo esté dorado añadimos el fumet y cocinamos hasta que reduzca un poco.
Una vez que haya reducido el fumet, añadimos los gambones, rectificamos de sal y cocinamos durante 5 minutos a fuego medio.
Pasado ese tiempo ponemos los gambones en una cazuela y decoramos con perejil picado.